
La devoción y fidelidad de una sumisa no se demuestra con palabras o frases ya escuchadas, sino con el acto diario del día a día, momento a momento,
circunstancia
a circunstancia.
Es el estar siempre de su mano, a su lado. Es atravesar cualquier obstáculo y caminar por cada paso de alegría. Es lagrimas y sonrisas, así como el placer o el dolor y la entrega.
Es el estar siempre de su mano, a su lado. Es atravesar cualquier obstáculo y caminar por cada paso de alegría. Es lagrimas y sonrisas, así como el placer o el dolor y la entrega.
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